Con el chef Alejandro García al frente, la cocina eleva su propuesta gastronómica y depura lo esencial: producto honesto, técnica precisa y guiños a la memoria culinaria de Madrid.
El Restaurante Círculo Mercantil, ubicado en la segunda planta de nuestro emblemático palacete Casino Gran Vía, presenta su nueva carta: una cocina de mercado que reivindica los sabores esenciales de la tradición española desde una mirada actual. Con vistas privilegiadas a la arteria más icónica de Madrid, el espacio —antigua sede del Círculo Mercantil e Industrial de principios del siglo XX— se apoya en la identidad patrimonial del edificio para situar su propuesta gastronómica.
La propuesta, disponible todos los días desde las 10:30h, se estructura en torno a producto, técnica y estacionalidad, pilares que articulan una oferta renovada y ambiciosa que convive con clásicos de la casa en perfecta armonía.
PRODUCTO: UNA DECLARACIÓN DE INTENCIONES
La nueva carta se construye desde una selección rigurosa de materias primas que define la identidad del restaurante. El recetario avanza entre ingredientes nacionales de referencia —de las huertas mediterráneas a las lonjas del norte— sin artificios superfluos: solo producto tratado con respeto.
Entre las nuevas incorporaciones destaca el Tartar de Salmón con Papaya y Cremoso de Yogurt, un juego de temperaturas y texturas que aporta ligereza sin renunciar a la profundidad del pescado. También se suma una lectura contemporánea de la casquería con las Mollejas de Ternera Asadas con Verduras, donde el punto de cocción y la caramelización marcan la narrativa del plato.
TÉCNICA AL SERVICIO DE LA ESENCIA
La cocina del Restaurante Círculo Mercantil no busca reinterpretar por reinterpretar. El chef Alejandro García afina las preparaciones tradicionales desde una técnica precisa. Ejemplo de ello es el Pollo Coquelet, asado lentamente para preservar jugosidad y realzar su sabor natural, o la Tosta de Carpaccio de Solomillo con Queso de Cabra y Cebolla Caramelizada, donde la finura del corte y el equilibrio entre grasa, dulzor y tostados se convierten en protagonistas.
TRADICIÓN Y MEMORIA: EL VALOR DEL GUISO
Uno de los ejes de la nueva carta es la reivindicación del guiso clásico, una técnica que el restaurante sitúa en el centro de su identidad. La incorporación de la Fabada Asturiana con su Compango, elaborada con ingredientes asturianos traídos desde Luarca, o el Guiso de Rabo de Ternera Tradicional recupera el tempo de la cocina de antaño y subraya la importancia del caldo, la paciencia y el sabor como lenguaje cultural.
“Hay recetas que no admiten atajos. En los guisos no solo importa el producto, sino la concentración, la escucha y el respeto al tiempo”, explica el chef asturiano. “Queríamos una carta que hablara de Madrid y de su historia culinaria, pero desde la contemporaneidad. Si algo define esta propuesta es el equilibrio: platos reconocibles trabajados con la técnica y el criterio de hoy”, afirma el chef del restaurante. “Nuestro objetivo es que el comensal encuentre autenticidad: sabores de verdad, puntos de cocción cuidados y una cocina que no se esconde. El producto es el centro, siempre”, añade.
CONTEXTO GASTRONÓMICO: UN ESPACIO CON ALMA
El restaurante se integra en uno de los conjuntos arquitectónicos más singulares de Madrid y puede visitarse, al igual que Casino Gran Vía, todos los días del año: un palacio que combina artes aplicadas, vidrieras históricas y un carácter urbano inconfundible. Aquí, la gastronomía actúa como puente entre épocas: pasado y presente conviven en una sala amplia, luminosa y con balcones a la Gran Vía.
Puedes ver la carta completa aquí